QUE DIFÍCIL:
Es la verdad dar ánimos a la afición. Una afición HÁBIDA de triunfos, de buenos resultados, de buen fútbol.
Son ya varios, varios torneos en que la mediocridad, inoperancia, falta de autoestima en los jugadores y problemas internos, nos están llevando al borde del descenso.
Sobre ésta situación se han escrito muchas y muchas líneas, se han llenado las planas de los periódicos, revistas, las pantallas de los medios deportivos en la televisión no hablan prácticamente de otra cosa desde hace tiempo, y tal parece que la situación se empeña en seguir igual.
Nuestro problema es realmente grave. Ésta semana hubo una nueva encerrona, se hablaron las verdades entre ellos.
Omar Bravo reclamó fuertemente a Salcedo el hecho de que priorizara irse a Europa sobre los intereses del equipo, cosa que hizo estallar a Carlos, también un jugador acostumbrado a los halagos y que a últimos meses, se le ha notado un bajo nivel y su mente en otra parte. Total que casi llegan a los golpes, ya que como he señalado en la página, se han vuelto futbolistas de una pobre mentalidad, quienes no soportan la más mínima crítica, aún que venga de sus propios compañeros o en éste caso, el capitán del equipo.
Y éste, es sólo uno de los tantos problemas que aquejan a un Guadalajara que es leyenda, y lo será siempre, pero que éstos futbolistas se empeñan en destruír, en acabar, en echar por la borda todo el esfuerzo y trabajo que tantos y tantos jugadores que han pasado con gloria por la institución, siempre con la enmienda de jugar bien y levantar al equipo.
Pero HOY, la realidad es distinta. De todo aquello, sólo están las sombras. Tenemos jugadores bajos de nivel, faltos de ambición y envueltos en un comodismo y mediocridad jamás antes vistos. Un Chivas lejos, lejísimos de su mejor forma y nivel, aquél que daba miedo, aquél que los rivales temían en casa, que se encerrraban, que buscaban salir con el punto bien librados del Jalisco, y que casi siempre, eran víctimas. Hoy las víctimas son las mismas Chivas, víctimas de su inoperancia, su impotencia, sus fallas grotescas y su aferración a cometer semana a semana, LOS MISMOS ERRORES.
¿Y quién la lleva en todo ésto?, la afición que es noble, esa que espera con ansias los partidos ya sea a a mitad o a fin de semana, que asiste al estadio, que lo está llenando, que quiere que sus Chivas salgan adelante de una vez por todas, sin saber que los problemas internos y de fútbol nos están consumiendo, que la serie de malas decisiones y la mala planeación nos están llevando a la ruina, y nos han puesto en un tobogán de caída libre que parece no tener fin.
Pero como siempre digo, y lo he señalado, en éstos casos lo mejor es ser REALISTAS, y ante todo esto, lo único que como aficionados de corazón nos resta, es seguir alentando, seguir teniendo paciencia, pero SOBRE TODO, ya no esperar mucho del equipo, al menos, una vez más en éste torneo. Y ya lo que venga en adelante, si por ahí se resuelven los problemas de fútbol y las carencias grandes que tenemos en la cancha, y vienen resultados positivos, pues qué mejor, pero por ahora, no esperemos mucho la verdad, para no caer en frustraciones innecesarias.
Por su lado, el entrenador pues es el menos responsable, aunque hay qué señalar, cualquier DT vive de resultados y no me extrañaría nada que al paso de las demás jornadas también sea una víctima más de las tantas del equipo en éstos últimos años. Es verdad que el hilo siempre se rompe por lo más delgado, y más ante EL PRINCIPAL RESPONSABLE de todo ésto de apellido VERGARA, al que muchos defenderán con el lema de que "él no juega", pero sus actitudes y su forma de ser y pensar son y han sido las causantes de éste drama sin final, como dijera la canción "Sombras Nada MÁS".
A nosotros nos corresponde tener calma, paciencia, y seguir EXIGIENDO a los jugadores. A ELLOS les corresponde levantar al equipo y jugar bien, y si no lo hacen, que se preparen, porque la afición ya está cansada de tantas malas.
Ánimo una vez más, y los invito a ser TESTIGOS de lo que se venga para Chivas y ojalá, la verdad, OJALÁ, las cosas tomen otro cauce, porque nosotros NO podemos hacer más. Yo seguiré haciendo mi trabajo que es mantener a la gente UNIDA y con esperanzas, pero también cual es mi sello HABLANDO CON LA VERDAD, y siendo anaítico y crítico. Y que se venga lo que se tenga qué venir.
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