¿QUÉ ES UN ÍDOLO?

HOY EN DÍA:
  Como ya he comentado en otras entradas, se viven otros tiempos, y a su vez, otras ideas. Lo que era hace 20 ó 30 años y como se pensaba, parece estar quedando en el olvido.
  Sin embargo, MUCHOS no se ponen a pensar que hay cosas BÁSICAS que NO deben cambiar NUNCA a través de los años, en ninguna época, en ningún momento.
  Cosas que SIEMPRE deben ser ponderadas, cosas que uno como persona debe manejar sea el año y el tiempo que sea, PRINCIPIOS que no deben de perderse a lo largo de los años.
  Y hablo precisamente de una palabra que se llama PROFESIONALISMO. En cualquier profesión, oficio, dedicación o deporte, TIENE que haber una cultura de trabajo y respeto, que penosamente, hoy en día parece estarse perdiendo.

  Y es precisamente algo de lo que ésta vez quiero comentar y ahondar en el tema. Hoy esa palabra muchos jugadores actuales del Club Guadalajara parecen haberla borrado por completo de su diccionario. Es increíble que pareciera que están en Chivas a fuerza, por encima de su voluntad.
  Ya son VARIOS los casos, y prefiero omitir por ahora los nombres, pero cada quien se dará una idea de a quiénes me estoy refiriendo.
  Por otra parte, pero AUNADO a ésto, y ante la carencia de resultados recientemente, creo que estamos carentes de ídolos. 
  Hoy NO TENEMOS referentes como antes, que MEREZCAN llamarse ÍDOLOS. Lo peor es que mucha afición, apenas tienen una buena actuación y ya los eleva a la quinta potencia, y a través de sus redes sociales los están alabando y llamando "cracks". Creo que se está perdiendo la OBJETIVIDAD y el conocimiento pleno de lo que es un verdadero ídolo.
  Es por eso, que voy a hacer mención de algunos puntos, bajo los cuales, SÍ se puede llamar ÍDOLO a un futbolista, y después, daré nombres. Comenzamos.

UN ÍDOLO ES AQUÉL QUE:
1. Se entrega por los colores PARTIDO A PARTIDO con vocación, alma, vida y corazón, además claro de buen fútbol.

2. Cumple en la cancha SIN EXCUSAS NI PRETEXTOS cada que entra a jugar.

3. Se brinda con GOLAZOS, SACRIFICIO, PASES O ATAJADAS depende la posición. Y esto es una CONSTANTE.

4. MARCA DIFERENCIA la gran mayoría de los partidos, es LÍDER dentro del terreno de juego y es capaz de cualquier cosa en la cancha.

5. Enfrenta a TODOS los rivales sin temor, se CRECE en los partidos llamados CLÁSICOS, se envuelve en la playera e incluso RETA a los rivales y los VENCE.

6. NUNCA se esconde, SIEMPRE quiere el balón, SIEMPRE se hace presente en las incidencias más importantes.

7. Conduce al equipo a TÍTULOS, A GLORIAS, tiene partidos memorables, golazos, atajadas de antología, pases increíbles en momentos de presión y su número y nombre empiezan a grabarse en la historia.

8. Se FORJA a través de VARIAS TEMPORADAS. Al menos unos 5 años siendo EL MEJOR en su posición, titular y PIEZA fundamental.

9, NO se asusta ante nada, no le importa el horario en que se juegue, ni está pensando JAMÁS en él mismo, ni en su futuro económico o "europeo", SÓLO piensa en el equipo y en hacerlo triunfar.

10. Tiene un PROFESIONALISMO total, tiene una autoestima ELEVADA y sabe GANAR, es un GANADOR por excelencia y muy importante: NO le gusta perder.

  Ahí están CLAROS los puntos, desglozados a la perfección de lo que cumpliendo cabalmente con todos ellos, podemos llamar a un jugador ÍDOLO.
  Como verán, hoy en dia distamos MUCHÍSIMO de tener un verdadero y real ÍDOLO, tenemos promesas, y quizá por su trayectoria, Omar Bravo se lo ha ganado. Pero los demás, la verdad es que no veo prácticamente a ninguno, al menos por ahora, que YA lo podamos considerar un ídolo de Chivas.
  Quizá es por eso, que andemos tan mal últimamente. Nos faltan esa figuras entregadas que sepan sacar adelante al Guadalajara.

  Cómo extrañamos a: Oswaldo Sánchez, Claudio Suárez, Alberto Coyote, Ramón Ramírez, Ramón Morales, Alberto Medina, Manuel Sol, Benjamín Galindo, Noé Zárate y varios más.
  Por ahora, sólo resta ser CAUTOS y no llamar ídolos a quienes NO lo merecen en definitiva. Sólo el tiempo nos dirá si volveremos a tener ídolos reales en el Guadalajara. 
  Porque hoy SÓLO los añoramos, pero tristemente, NO los tenemos. Es la verdad.